Isaac Newton fue el primero que reveló de un modo casi definitivo la maquinaria del gran reloj del mundo material a nuestra escala. Pero quedaba un fortín que se mostraba inexpugnable en cuanto a explicaciones sobre su naturaleza: todo lo concerniente a la vida. Abrir una brecha en la muralla de ese baluarte, brecha que con el tiempo se revelaría definitiva, fue el logro de Charles Darwin. Las ciencias de la vida son ahora un corpus de saber incontestable.