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domingo, 27 de abril de 2008

Los derechos de la naturaleza



El precio de construir civilizaciones fue apartarnos de la Naturaleza.
Más civilizados fuimos, más nos olvidamos de ella.
Inventamos el Arte, para intentar recuperar el sentimientos de unidad con el Universo, que se nos volvía cada vez más racional, cada vez menos trascendente.
Hoy estamos así: insistiendo en poner a la Naturaleza a nuestro servicio, por afán de lucro o de comodidad.
Una o dos veces al año, recordamos que ella tiene algo que ver con nosotros, que es amigable, en las vacaciones, porque oscuramente comprendemos que la Civilización, al fin de cuentas, no es la Tierra Prometida...

Es conocido el compromiso de Eduardo Galeano con los seres humanos de todos los tiempos. Tal vez es un poco menos difundido su interés en la Ecología, del cual va aquí una muestra:


La naturaleza no es muda.

El mundo pinta naturalezas muertas, sucumben los bosques naturales, se derriten los polos, el aire se hace irrespirable y el agua intomable, se plastifican las flores y la comida, y el cielo y la tierra se vuelven locos de remate.

Y mientras todo esto ocurre, un país latinoamericano, Ecuador, está discutiendo una nueva Constitución. Y en esa Constitución se abre la posibilidad de reconocer, por primera vez en la historia universal, los derechos de la naturaleza.

La naturaleza tiene mucho que decir, y ya va siendo hora de que nosotros, sus hijos, no sigamos haciéndonos los sordos. Y quizás hasta Dios escuche la llamada que suena desde este país andino, y agregue el undécimo mandamiento que se le había olvidado en las instrucciones que nos dio desde el monte Sinaí: “Amarás a la naturaleza, de la que formas parte”.

- Un objeto que quiere ser sujeto

Durante miles de años, casi toda la gente tuvo el derecho de no tener derechos.

En los hechos, no son pocos los que siguen sin derechos, pero al menos se reconoce, ahora, el derecho de tenerlos; y eso es bastante más que un gesto de caridad de los amos del mundo para consuelo de sus siervos.

¿Y la naturaleza? En cierto modo, se podría decir, los derechos humanos abarcan a la naturaleza, porque ella no es una tarjeta postal para ser mirada desde afuera; pero bien sabe la naturaleza que hasta las mejores leyes humanas la tratan como objeto de propiedad, y nunca como sujeto de derecho.

Reducida a mera fuente de recursos naturales y buenos negocios, ella puede ser legalmente malherida, y hasta exterminada, sin que se escuchen sus quejas y sin que las normas jurídicas impidan la impunidad de sus criminales. A lo sumo, en el mejor de los casos, son las víctimas humanas quienes pueden exigir una indemnización más o menos simbólica, y eso siempre después de que el daño se ha hecho, pero las leyes no evitan ni detienen los atentados contra la tierra, el agua o el aire.

Suena raro, ¿no? Esto de que la naturaleza tenga derechos... Una locura. ¡Como si la naturaleza fuera persona! En cambio, suena de lo más normal que las grandes empresas de los Estados Unidos disfruten de derechos humanos. En 1886, la Suprema Corte de los Estados Unidos, modelo de la justicia universal, extendió los derechos humanos a las corporaciones privadas. La ley les reconoció los mismos derechos que a las personas, derecho a la vida, a la libre expresión, a la privacidad y a todo lo demás, como si las empresas respiraran. Más de ciento veinte años han pasado y así sigue siendo. A nadie le llama la atención.

- Gritos y susurros

Nada tiene de raro, ni de anormal, el proyecto que quiere incorporar los derechos de la naturaleza a la nueva Constitución de Ecuador.

Este país ha sufrido numerosas devastaciones a lo largo de su historia. Por citar un solo ejemplo, durante más de un cuarto de siglo, hasta 1992, la empresa petrolera Texaco vomitó impunemente dieciocho mil millones de galones de veneno sobre tierras, ríos y gentes. Una vez cumplida esta obra de beneficencia en la Amazonia ecuatoriana, la empresa nacida en Texas celebró matrimonio con la Standard Oil. Para entonces, la Standard Oil de Rockefeller había pasado a llamarse Chevron y estaba dirigida por Condoleezza Rice. Después un oleoducto trasladó a Condoleezza hasta la Casa Blanca, mientras la familia Chevron-Texaco continuaba contaminando el mundo.

Pero las heridas abiertas en el cuerpo de Ecuador por la Texaco y otras empresas no son la única fuente de inspiración de esta gran novedad jurídica que se intenta llevar adelante. Además, y no es lo de menos, la reivindicación de la naturaleza forma parte de un proceso de recuperación de las más antiguas tradiciones de Ecuador y de América toda. Se propone que el Estado reconozca y garantice el derecho a mantener y regenerar los ciclos vitales naturales, y no es por casualidad que la asamblea constituyente ha empezado por identificar sus objetivos de renacimiento nacional con el ideal de vida del “sumak kausai”. Eso significa, en lengua quichua, vida armoniosa: armonía entre nosotros y armonía con la naturaleza, que nos engendra, nos alimenta y nos abriga y que tiene vida propia, y valores propios, más allá de nosotros.

Esas tradiciones siguen milagrosamente vivas, a pesar de la pesada herencia del racismo que en Ecuador, como en toda América, continúa mutilando la realidad y la memoria. Y no son sólo el patrimonio de su numerosa población indígena, que supo perpetuarlas a lo largo de cinco siglos de prohibición y desprecio. Pertenecen a todo el país, y al mundo entero, estas voces del pasado que ayudan a adivinar otro futuro posible.

Desde que la espada y la cruz desembarcaron en tierras americanas, la conquista europea castigó la adoración de la naturaleza, que era pecado de idolatría, con penas de azote, horca o fuego. La comunión entre la naturaleza y la gente, costumbre pagana, fue abolida en nombre de Dios y después en nombre de la Civilización. En toda América, y en el mundo, seguimos pagando las consecuencias de ese divorcio obligatorio.


Eduardo Galeano (Texto publicado hoy en el diario"Página 12" de la Argentina.)

sábado, 26 de abril de 2008

sábado, 19 de abril de 2008

Buenos Aires ya no son los buenos aires

S.O.S.

El humo procedente de la quema de rastrojos de soja asfixia Buenos Aires.

Vendrán más años malos
y nos harán más ciegos;
vendrán más años ciegos
y nos harán más malos.

Vendrán más años tristes
y nos harán más fríos
y nos harán más secos
y nos harán más torvos.


Rafael Sánchez Ferlosio

Hace unos días, en Buenos Aires, la luna se dejaba ver teñida de rojo, lo que ya era una señal de alerta. Las cenizas en las capas altas de la atmósfera provocan la dispersión de los fotones de mayor frecuencia, en la gama del azul, mientras que deja pasar mejor de modo directo los de frecuencia menor, en la gama del rojo, dando por resultado la intensificación del color rojo.

viernes, 18 de abril de 2008

La obra de Darwin en la red

El primer borrador de "El origen de las especies" es uno de los veinte mil documentos, acompañados de unas noventa mil imágenes, que pueden consultarse en la dirección

http://darwin-online.org.uk

Los trabajos de Darwin se ofrecen en soporte electrónico de modo organizado y especialmente cuidado.

Efímero bulo


Fue ayer, si no recuerdo mal, que me desayuné con la siguiente noticia:

Inicio de la cita:

Un niño alemán de 13 años ha corregido unos cálculos de la Nasa sobre la probabilidad de colisión de un asteroide con la Tierra y la agencia espacial estadounidense ha reconocido su error, informó un diario local el martes.


A partir de observaciones telescópicas, en el Instituto de Astrofísica de Potsdam (AIP), cerca de Berlín, el alumno de instituto Nico Marquardt ha calculado una probabilidad de 1 entre 450 de que un asteroide llamado Apophis entre en colisión con la Tierra, informa el diario regional Potsdamer Neuerster Nachrichten. La Nasa, que estimó en 1 sobre 45.000 la probabilidad de un impacto así, ha hecho saber -a través de la Agencia Europa del Espacio (ESA)- que el joven genio tenía razón.

El factor integrado por Nico Marquardt que la agencia estadounidense no había tenido en cuenta es el peligro de colisión de Apophis con uno o varios de los 40.000 satélites que pasan cerca del planeta azul el 13 de abril de 2029.

Estos satélites giran a una velocidad de 3,07 kilómetros por segundo alrededor de la Tierra a una distancia que va hasta los 35.880 kilómetros, aunque el asteroide debería pasar a 32.500 kilómetros de nuestro planeta. Si se produjera un impacto en 2029, podría cambiar la trayectoria de Apophis de manera que se encontraría con nuestro planeta en su próximo paso cerca de la Tierra, previsto para 2036.

La Nasa y Nico Marquardt estiman que, en caso de colisión, la bola de hierro e iridio de un diámetro de 320 metros y que pesa 200.000 millones de toneladas caerían en el Océano Atlántico. Este choque desencadenaría olas monstruosas que alcanzarían las costas y masas extremadamente densas de polvo en la atmósfera ensombrecerían el cielo por un tiempo indeterminado.

Nico Marquardt dio a conocer su descubrimiento en el marco de un concurso regional que ganó gracias a un trabajo titulado 'El asteroide asesino Apophis'.

Hasta aquí la cita.

Me extrañaron dos cosas, a saber


Una: Que a la NASA, en donde labores de este calibre se realizan en equipo o bien pasan por varios estadios de comprobaciones, se le escape el detalle de la nube de chatarra de satélites artificiales, muchos activos y otros que han dejado de funcionar, que envuelve a nuestro planeta.

Dos, y esta me extrañó sobremanera: la intervención de un telescopio por parte del susodicho niño sabio, que en algunas noticias se calificaba de simple telescopio de aficionado. No me cabía en la cabeza qué papel podía jugar un telescopio en este asunto. Claro que el seguimiento de Apophis se hace mediante telescopios, pero son necesarias muchas mediciones y un seguimiento y contraste con ayuda de programas simuladores por computadora (se resuelve el problema de los n cuerpos, aunque el asteroide se considera cuerpo de prueba, de masa nula). Algo huele a podrido en Alemania, me dije.

Esta mañana he tenido la confirmación de que mi instinto no me traicionaba. La noticia, a dos días vista de la primera, es esta otra, que cito de "Público":

Inicio de la cita:

Medios de todo el mundo han publicado la noticia de un niño de 13 años que había corregido los cálculos de la NASA relativos al riesgo de que el asteroide Apophis colisione contra la Tierra en 2029. La información original, publicada en el rotativo alemán Bild y distribuida a todo el planeta por AFP, citaba que el escolar de Potsdam Nico Marquardt había presentado a una feria científica un estudio que rectificaba y multiplicaba por 100 el riesgo de impacto. Según AFP, la NASA había reconocido que el niño estaba en lo cierto.

La noticia dio la vuelta al mundo e inspiró incontables mofas en Internet a costa de los científicos de la NASA, además de titulares como “El niño que calculó el fin del mundo”. La NASA ha tardado 24 horas en reaccionar, con un comunicado que reafirma y explica su propia estimación, al tiempo que niega haber tenido conocimiento del trabajo de Marquardt.

Según el blog Cosmos4u, el astrofísico Frank Spahn, citado por Marquardt como respaldo a su teoría, se había sorprendido al leer su nombre en Bild, ya que su labor se había limitado a atender una consulta del niño sobre ciertos conceptos. Cuando Spahn pidió a Marquardt una copia de su trabajo, el chico argumentó que su disco duro tenía un virus y que todos los ejemplares estaban en poder del jurado de la feria.

Hasta aquí la cita

Es decir que por ahora, y siempre que Bush lo permita, no parece que se vaya a terminar el mundo. Aunque, tal como están las cosas, ganas no me faltan de terminar este post diciendo eso de "y nosotros nos iremos y no volveremos más".

Nota: Aunque la leyenda asomó por aquí hacia el 16 de abril, su inicio se remonta a unos cuantos días antes, en concreto el día 4 de abril en Alemania.

Murió Edward Lorenz

El miércoles 16 de abril (2008) murió Edward Lorenz, el meteorólogo que resucitó la teoría del caos determinista, olvidada desde los tiempos de Henri Poincaré, que estudió el fenómeno a finales del siglo XIX, a propósito de su trabajo acerca de la estabilidad del sistema solar.

A Lorenz debemos también el haber acuñado el término "efecto mariposa" para indicar que un cambio mínimo en las condiciones iniciales de un sistema complejo puede traducirse a medio o largo plazo en cambios muy grandes en el comportamiento del sistema. El batir de las alas de una mariposa en Brasil puede provocar un huracán en el otro lado del mundo.

La verdad es que una idea parecida había sido ya intuida en su momento por Blaise Pascal, quien escribió una vez "Quién sabe si, al apoyar mi pluma sobre el papel para escribir esto, no estaré matando a un chino en China".

También, antes de que Lorenz descubriera esta característica en el comportamiento de los sistemas no lineales, el escritor Ray Bradbury ilustró justamente ese fenómeno en su relato de ciencia ficción El sonido del trueno (A sound of Thunder) en 1952. En este relato, ambientado en un tiempo futuro, en una cacería viajando hacia atrás en el tiempo, matan un insecto... pero mejor no lo contamos, porque recomendamos que lo lean.

Hacia 1960 Lorenz trabajaba en modelos de predicción del tiempo atmosférico mediante computador. Su modelo matemático comprendía doce ecuaciones. El sistema llegó a cobrar cierta notoriedad entre los colegas de Lorenz, hasta el punto de que a veces se llegaban a producir apuestas acerca de cuál sería el clima de Lorenz al cabo de una semana, por ejemplo.

En 1961 Lorenz quiso prolongar una secuencia particular. Para ello, en lugar de partir de los datos correspondientes al instante inicial, decidió, con el fin de ganar tiempo, introducir los datos obtenidos por el programa para un instante intermedio. La sorpresa fue que en ese caso el sistema evolucionó de modo distinto, separándose más de la primera versión a medida que avanzaba el tiempo. La interpretación era sencilla: los datos introducidos para el instante t1 fueron los ofrecidos por la máquina, que redondeaban los manejados internamente por la misma. El computador almacenaba seis decimales en memoria, pero imprimía solamente tres.

Pero eso revelaba un detalle importante: pequeñas diferencias en los datos iniciales producen comportamientos muy distintos a plazo medio. Comprendido este detalle, que es de índole matemática, se está en presencia del concepto de caos determinista.

Esta noción chocaba con lo que los científicos de la época hubieran podido estimar mediante la intuición común. Como por otra parte estaba claro que nunca es posible lograr una medición absolutamente precisa de las condiciones iniciales en fenómenos físicos ---y por supuesto ni de lejos en el caso de las que se implican en una predicción meteorológica---, la conclusión es que no es posible predecir el comportamiento de sistemas complejos. Esta, la dependencia sensible de las condiciones iniciales, sería la gran conclusión de la teoría del caos determinista.

Lorenz consiguió establecer un sistema más simple de ecuaciones, con sólo tres en lugar de las doce originales, que seguía teniendo la propiedad de comportamiento caótico. El sistema no tenía nada que ver con la convección atmosférica, aunque más tarde se comprobó que describían un remolino de agua.

Las nuevas ecuaciones se comportaban también de modo aparentemente aleatorio. Sin embargo, al trazar los gráficos correspondientes, Lorenz descubrió que existían dos conjuntos posibles, con los resultados siguiendo siempre una curva espiral doble. Podía existir un estado fijo, en el que las variables no cambian, y otro de comportamiento periódico, en el que el sistema entra en un bucle, repitiéndose de modo constante. La imagen que refleja este tipo de comportamiento se conoce con el nombre de "atractor de Lorenz".

En 1963 Lorenz publico un artículo describiendo sus hallazgos. Postuló ya la imposibilidad de predecir de modo exacto el clima y trató de los tipos de ecuaciones matemáticas relacionadas con estos comportamientos. Al publicar en una revista de meteorología, no leída por matemáticos ni por físicos, sus descubrimientos tardaron años en ser reconocidos. Es más, desde el punto de vista de las ecuaciones, matemáticos (en particular matemáticos rusos) ya manejaban el comportamiento de ecuaciones no lineales.

Para saber más sobre el caos determinista.

Spam en los blogs


A todos los visitantes de este blog:

Como seguramente saben ya tanto los que mantienen blogs como los que los visitan, no son infrecuentes en éstos desde hace algún tiempo los "comentarios spam" (comentarios basura). Se distinguen porque invitan a consultar algún enlace, mediante frases del tipo "See here". El enlace no suele contener código malicioso (troyanos, virus, etc.), sino que se trata de publicidad. De todas formas, una elemental prudencia aconseja rechazar la invitación a visitar la página ofrecida.

Existe un método que permite bloquear este tipo de comentarios, método que podríamos llamar "Test de Turing" y que se activa en el momento en que se quiere escribir un comentario. Consiste simplemente en hacer una pregunta del tipo "¿Cuánto es 2 + 2?". Si el comentario lo va a realizar una persona, está claro que contestará 4 y el módulo interceptor le dará paso sin más. Sin embargo, si se trata de un comentario spam no pasará la barrera, puesto que prácticamente la totalidad de ese tipo de comentarios se lleva a cabo por "robots" de software, es decir por programas que recorren la red en busca de blogs (la invasión masiva, como sabemos, se dedica al correo electrónico) para colocar en ellos comentarios-publicidad de modo automático.

¿Por qué "Test de Turing"? Es famosa la propuesta que hizo Alan Turing, a propósito de reflexiones acerca de la cuestión de la inteligencia artificial, de la posibilidad de establecer una prueba que tratara de discernir entre una persona y una computadora, mediante preguntas despachadas y recibidas a través de dos ventanillas, en una de las cuales se situaría un ser humano y en la otra una computadora.

Se preguntará si, en el caso del spam de blogs, un programa no es capaz de salvar este tipo de prueba. Está claro que sí, si la pregunta tiene siempre el mismo formato, pero el éxito será escaso si cada blog establece una modalidad distinta de test. Los más eficaces son esos, que ya conocemos por experiencia puesto que desde hace tiempo hemos de cumplir con ellos al darnos de alta en cuentas en la red, que presentan una imagen con letras y números distorsionados, y que hemos de reproducir por escrito en la casilla correspondiente. La misión de ese tipo de preguntas consiste precisamente en garantizar que se trata de una persona y no de un "programa robot invasivo" el que se registra en la red. A estos módulos de filtro se los conoce en la jerga informática como módulos "catch up", que en inglés significa "detectar un error" (también entender o comprender).

Naturalmente, esa función debe estar provista por el proveedor "blogger", en nuestro caso el "blogger" de Google. Por lo que sé todavía no disponemos de esa función. Así que, hasta que dispongamos de ella, habrá que comportarse con prudencia ante este tipo de comentarios pícaros.

Turing es una personalidad menos conocida de lo que merece. Inglaterra debe a su persona mucho más de lo que a veces reconoce, pues, entre otros servicios, fue debido principalmente a Turing que se pudo descifrar el sistema de codificación de la máquina alemana Enigma. Tratado de modo humillante por la justicia inglesa cuando se reveló su condición de homosexual, Turing terminó ---es la opinión más consensuada--- suicidándose comiendo una manzana impregnada con cianuro, es decir, al estilo "Blancanieves". Al parecer es cierto lo que se dice acerca de que el logo de Apple, una manzana a la que le falta un trozo mordido, está inspirado en este detalle de la muerte de Turing. No olvidemos que Turing, con su famosa "Máquina Universal" (1936), estableció mediante un ejemplo minimalista los límites posibles de la computabilidad o, lo que es lo mismo, los límites de toda realización de tipo algorítmico.

Si quieren saber más de una de las mentes más poderosas del siglo XX, visiten esta página.



Que la paz sea con todos ustedes.

lunes, 14 de abril de 2008

Libros: comunión y comunidad, según George Steiner



Los que queman los libros, los que expulsan y matan a los poetas, saben exactamente lo que hacen. El poder indeterminado de los libros es incalculable. Es indeterminado precisamente porque el mismo libro, la misma página, puede tener efectos totalmente dispares sobre sus lectores. Puede exaltar o envilecer; seducir o asquear; apelar a la virtud o a la barbarie; magnificar la sensibilidad o banalizarla. De una manera que no puede ser más desconcertante, puede hacer las dos cosas, casi en el mismo momento, en un impulso de respuesta tan complejo, tan rápido en su alternancia y tan híbrido que ninguna hermenéutica, ninguna psicología puede predecir ni calcular su fuerza. En diferentes momentos de la vida del lector, un libro suscitará reflejos completamente diferentes. En la experiencia humana no hay fenomenología más compleja que la de los encuentros entre texto y percepción, o, como observa Dante, entre las formas del lenguaje que sobrepasan nuestro entendimiento y los órdenes de comprensión con respecto a las cuales nuestro lenguaje es insuficiente: la debilitade de lo’nteletto e la cortezza del nostro parlare. [...]




El autor debe morir, pero sus obras le sobrevivirán, más sólidas que el bronce, más duraderas que el mármol: exegi monumentum aere perennius (he hecho un monumento más perenne que el bronce). La polis que celebra Píndaro perecerá; la lengua en la que la celebra puede morir y tornarse indescifrable. Pero a través del rollo de papel, a través del elixir de la traducción, la oda pindárica sobrevivirá, seguirá cantando desde los labios desgarrados de Orfeo mientras la cabeza muerta del poeta baja por el río hasta el país del recuerdo. Una concha puede inmortalizar. Al traducir a Villon, Thomas Nashe había escrito: a brightness falls from her hair (un resplandor sale de su cabello); el impresor isabelino se equivocó y escribió: a brightness falls from the air (un resplandor sale del aire), ¡que se ha convertido en uno de los versos talismánicos de toda la poesía en lengua inglesa! [...]



Desde la biblioteca de Alejandría hasta la celda de San Jerónimo, la torre de Montaigne o el despacho de Karl Marx en el British Museum, las artes de la concentración —lo que Malebranche definía como "la piedad natural del alma"— han tenido siempre una importancia esencial en la vida del libro.
Es una banalidad constatarlo: estas artes, en nuestros días, están muy erosionadas; se han convertido en un "oficio" universitario cada vez más especializado. Más del ochenta por ciento de los adolescentes estadounidenses no saben leer en silencio; hay siempre como telón de fondo una música más o menos amplificada. La intimidad, la soledad que permite un encuentro en profundidad entre el texto y su recepción, entre la letra y el espíritu, es hoy una singularidad excéntrica, que resulta psicológica y socialmente sospechosa. Es inútil detenerse a hablar del hundimiento de nuestra enseñanza secundaria, sobre su desprecio del aprendizaje clásico, de lo que se aprende de memoria. Una forma de amnesia planificada prevalece ya desde hace mucho tiempo en nuestras escuelas. [...]



Al mismo tiempo, el formato del libro en sí, la estructura del copyright, de la edición tradicional, de la distribución en librerías están, ustedes lo saben mejor que yo, en plena transmutación, hasta en plena revolución. A partir de ahora, los autores pueden atender a sus lectores directamente por internet y pedirles que entren en comunicación directa con ellos (es así como se ha "publicado" todo el último John Updike). Cada vez se leen más libros on line, en la pantalla del ordenador, o se consultan en la Red. Ochenta millones de volúmenes de la Biblioteca del Congreso, en Washington (no) están (ya) disponibles (más que) por medios electrónicos. Nadie, por bien informado que esté, puede predecir lo que sucederá con el concepto mismo de autor, de textualidad, de lectura personal. Sin ninguna duda, estas evoluciones son maravillosamente excitantes. Suponen liberaciones económicas y oportunidades sociales de primera importancia. Pero también van acompañadas de profundas pérdidas. [...]


Más que nunca necesitamos al libro, pero los libros, a su vez, nos necesitan a nosotros. ¿Qué privilegio más bello que el de estar a su servicio?


De "Errata: an examined life"

domingo, 13 de abril de 2008

Tornados en bandeja



Si es usted un miedica, no se preocupe. Hay "cazadores de tornados" que van en busca de esos meteoros (en los E.E.U.U. principalmente) provistos de las correspondientes cámaras de vídeo para traérselos a casa. Como los tornados no tienen malas intenciones, es poco probable que embistan a propósito al automóvil de los cazadores, pero la emoción no se la quita nadie. La verdad es que a veces celebra uno que haya locos sueltos por ahí, porque de otro modo nos perderíamos estas fantásticas escenas de la furia de la naturaleza desatada.

Fuente: nuestroclima.com.

El vórtice de un tornado puede causar destrozos importantes:

  • La rápida rotación de sus vientos puede abrir ventanas, romper cristales, desgarrar árboles, levantar coches y lanzar trenes por los aires.
  • Pueden ser muy dañinos los impactos de los desechos que porta contra vehículos, edificios, construcciones, etc.
  • La presión muy reducida del interior de su embudo, que provoca la explosión de las estructuras sobre las que se posa y que no tienen ventilación suficiente, y que, por tanto, no equilibran rápidamente la diferencia de presión.

viernes, 11 de abril de 2008

Hortalizas






No soy Proust. No sé encontrar en esta maravillosa hortaliza que aquí muestro, lo que el narrador-poeta encontró en los espárragos, en "Du côté de chez Swann": esa fantástica espiritualidad vegetal que me hace pensar que cometo un sacrilegio cuando los saboreo.


Por lo tanto, me limito a un humilde homenaje visual a esta col ornamental, hija de la huerta que logró llegar al jardín.



Sugiero visitar el sitio del Castillo de Villandry, ubicado en Francia. Una parte importante de sus jardines son, en realidad, huertas diseñadas con criterio decorativo.
Por otra parte, todo el sitio es una maravilla. Tomad el tiempo necesario para un paseo placentero.

martes, 8 de abril de 2008

martes, 1 de abril de 2008

Fractales en movimiento

Es un lujo poder contemplar fractales en modo de secuencia temporal. Lo más probable es que se trate de composiciones capturando imágenes separadas en correspondencia con la profundidad en la definición (el parámetro MaxIter en nuestra entrada "Receta para crear ..." ), así como posibles desplazamientos de las coordenadas del punto elegido del conjunto (el parámetro c de la entrada citada), puesto que la generación de "películas" de fractales en tiempo real ---si la resolución a obtener es alta--- sólo es posible en computadoras de muy alta velocidad.

Explorando el conjunto de Mandelbrot en profundidad, hasta alcanzar un área en forma de dendritas (las terminaciones ramificadas que a partir de los ejes principales, los axones, conectan con las neuronas).

Mis escasas luces no dan, sin embargo, para alcanzar qué interés pueden tener las imágenes fractales con la sicología analítica. Pero ahí va de todos modos, este experimento de sincronismo (una de las ideas de Jung) a través de fractales, desarrollada por la Carl Gustav Jung de Zurich.

Otra distraída secuencia con música de Ennio Morricone, Fractals with Chi-Mai.
Una continuación se puede hallar, también con música de Ennio Morricone (Le Vent, le Cri).