Visite también......

viernes, 18 de abril de 2008

Efímero bulo


Fue ayer, si no recuerdo mal, que me desayuné con la siguiente noticia:

Inicio de la cita:

Un niño alemán de 13 años ha corregido unos cálculos de la Nasa sobre la probabilidad de colisión de un asteroide con la Tierra y la agencia espacial estadounidense ha reconocido su error, informó un diario local el martes.


A partir de observaciones telescópicas, en el Instituto de Astrofísica de Potsdam (AIP), cerca de Berlín, el alumno de instituto Nico Marquardt ha calculado una probabilidad de 1 entre 450 de que un asteroide llamado Apophis entre en colisión con la Tierra, informa el diario regional Potsdamer Neuerster Nachrichten. La Nasa, que estimó en 1 sobre 45.000 la probabilidad de un impacto así, ha hecho saber -a través de la Agencia Europa del Espacio (ESA)- que el joven genio tenía razón.

El factor integrado por Nico Marquardt que la agencia estadounidense no había tenido en cuenta es el peligro de colisión de Apophis con uno o varios de los 40.000 satélites que pasan cerca del planeta azul el 13 de abril de 2029.

Estos satélites giran a una velocidad de 3,07 kilómetros por segundo alrededor de la Tierra a una distancia que va hasta los 35.880 kilómetros, aunque el asteroide debería pasar a 32.500 kilómetros de nuestro planeta. Si se produjera un impacto en 2029, podría cambiar la trayectoria de Apophis de manera que se encontraría con nuestro planeta en su próximo paso cerca de la Tierra, previsto para 2036.

La Nasa y Nico Marquardt estiman que, en caso de colisión, la bola de hierro e iridio de un diámetro de 320 metros y que pesa 200.000 millones de toneladas caerían en el Océano Atlántico. Este choque desencadenaría olas monstruosas que alcanzarían las costas y masas extremadamente densas de polvo en la atmósfera ensombrecerían el cielo por un tiempo indeterminado.

Nico Marquardt dio a conocer su descubrimiento en el marco de un concurso regional que ganó gracias a un trabajo titulado 'El asteroide asesino Apophis'.

Hasta aquí la cita.

Me extrañaron dos cosas, a saber


Una: Que a la NASA, en donde labores de este calibre se realizan en equipo o bien pasan por varios estadios de comprobaciones, se le escape el detalle de la nube de chatarra de satélites artificiales, muchos activos y otros que han dejado de funcionar, que envuelve a nuestro planeta.

Dos, y esta me extrañó sobremanera: la intervención de un telescopio por parte del susodicho niño sabio, que en algunas noticias se calificaba de simple telescopio de aficionado. No me cabía en la cabeza qué papel podía jugar un telescopio en este asunto. Claro que el seguimiento de Apophis se hace mediante telescopios, pero son necesarias muchas mediciones y un seguimiento y contraste con ayuda de programas simuladores por computadora (se resuelve el problema de los n cuerpos, aunque el asteroide se considera cuerpo de prueba, de masa nula). Algo huele a podrido en Alemania, me dije.

Esta mañana he tenido la confirmación de que mi instinto no me traicionaba. La noticia, a dos días vista de la primera, es esta otra, que cito de "Público":

Inicio de la cita:

Medios de todo el mundo han publicado la noticia de un niño de 13 años que había corregido los cálculos de la NASA relativos al riesgo de que el asteroide Apophis colisione contra la Tierra en 2029. La información original, publicada en el rotativo alemán Bild y distribuida a todo el planeta por AFP, citaba que el escolar de Potsdam Nico Marquardt había presentado a una feria científica un estudio que rectificaba y multiplicaba por 100 el riesgo de impacto. Según AFP, la NASA había reconocido que el niño estaba en lo cierto.

La noticia dio la vuelta al mundo e inspiró incontables mofas en Internet a costa de los científicos de la NASA, además de titulares como “El niño que calculó el fin del mundo”. La NASA ha tardado 24 horas en reaccionar, con un comunicado que reafirma y explica su propia estimación, al tiempo que niega haber tenido conocimiento del trabajo de Marquardt.

Según el blog Cosmos4u, el astrofísico Frank Spahn, citado por Marquardt como respaldo a su teoría, se había sorprendido al leer su nombre en Bild, ya que su labor se había limitado a atender una consulta del niño sobre ciertos conceptos. Cuando Spahn pidió a Marquardt una copia de su trabajo, el chico argumentó que su disco duro tenía un virus y que todos los ejemplares estaban en poder del jurado de la feria.

Hasta aquí la cita

Es decir que por ahora, y siempre que Bush lo permita, no parece que se vaya a terminar el mundo. Aunque, tal como están las cosas, ganas no me faltan de terminar este post diciendo eso de "y nosotros nos iremos y no volveremos más".

Nota: Aunque la leyenda asomó por aquí hacia el 16 de abril, su inicio se remonta a unos cuantos días antes, en concreto el día 4 de abril en Alemania.

No hay comentarios: