Esta planta tan bonita es un ajo en flor. En el título tenéis su nombre científico.
Indudablemente, conocéis sus propiedades gastronómicas. No es tan seguro que sepáis que algunos hortelanos utilizan los dientes de este bulbo para alejar parásitos de sus cultivos, enterrando algunos de ellos hasta la mitad, alrededor de las plantas que desean proteger.
También debemos suponer que los vampiros de capa y fea sonrisa, son seres que actúan con prejuicio e ignorancia, al rechazarlo de manera tan rotunda. Evidentemente, desconocen que el ajo es anticoagulante y un antibacteriano de amplio espectro. Aunque, pensándolo bien, tal vez no sea una cuestión de prejuicios: también es antiparasitario en los seres humanos, y ¿cómo esta característica podría gustarles?
Y si nos centramos en el aspecto del bulbo, debemos admitir que es agradable a la vista, por su simetría; y al tacto, por la suavidad de su envoltura... Agradable, a pesar de que sea una cabeza en la que sólo hay dientes.
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